Muy buena la Charla... Tuve la oportunidad de aprender un poco más sobre la história y dificultades enfrentadas por los jovenes investigadores argentinos de la década de 70.
A poco de celebrar los cuarenta años de vida del Instituto Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC), de doble dependencia UNL-CONICET, se realizó un café científico sobre uno de los proyectos emblemáticos del instituto: la planta Modelo Experimental de Agua Pesada.
Esta charla denominada “Agua Pesada: un sueño de desarrollo tecnológico”, estuvo a cargo del Dr. Ramón Cerro, ex director del INGAR y director técnico del proyecto, que a su vez fue profesor ordinario de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) y uno de los miembros fundadores del INTEC.
Sobre la charla
El agua pesada era y sigue siendo un elemento clave para la operación de centrales nucleares de potencia para la producción de energía.
A mediados de la década del setenta, la Comisión Nacional de Energía Atómica buscaba un grupo que desarrollara la tecnología para la construcción de una pequeña planta de producción de agua pesada. Para ello, contacta al recién creado Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC), a través del Ingeniero Química Aníbal Núñez, santafesino y egresado de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ).
“Un análisis de la poca información que se disponía de plantas de producción de agua pesada nos convenció que se trataba de una tarea compleja, pero dentro de lo que se define como ingeniería química convencional. Con mucho entusiasmo, y una gran dosis de osadía, nos lanzamos sobre este emprendimiento”, contó Cerro.
El proyecto se constituyó en un desafío que coincidía con las premisas sobre las que se creó el INTEC y permitiría demostrar que la creación de tecnología argentina estaba a nuestro alcance. El mismo no se hubiese podido llevar a cabo sin la colaboración de un grupo de gente joven, con una capacidad intelectual excepcional, como la de los becarios de investigación y jóvenes investigadores del INTEC en ese entonces.
Más allá de los aspectos técnicos de la Planta Modelo Experimental de Agua Pesada, ésta es una historia de cómo un sueño se fue haciendo realidad, con la voluntad de trabajo, recursos humanos y excelente formación”.
Fuente: Boletín FIQ